lunes, 6 de abril de 2009

Historia de la Enseñanza de la Ingeniería en Venezuela: Fechas, Hechos, Procesos y Personajes

[Guión de la conferencia dictada el 4 de marzo de 2009 en el Núcleo Cagua de la Facultad de Ingeniería de la UCV, en el marco de la celebración del 30º aniversario de esa dependencia. Las fuentes de referencia para esta charla fueron las que se indican en las publicaciones del autor sobre historia de la ingeniería venezolana. La Presentación en Power Point puede solicitarse al e-mail: nelson.mendezp@gmail.com]

* De la Colonia al Guzmancismo (1760-1872): Bajo el signo de la Ingeniería Militar

1760: Nicolás de Castro, oficial español de servicio en Caracas, es autorizado para establecer una Academia de Geometría y Fortificaciones, destinada a personal militar, que funciona hasta 1768.

1762: para uso de los cursantes de su Academia, N. de Castro elabora un texto con ilustraciones: Fortificación de campaña, geometría, fortificación regular, primera obra sobre ingeniería que se escribe en el país.

1808: José Mires establece una Academia de Matemáticas en Caracas y Tomás Pires otra en Cumaná, destinadas a formar especialistas militares; tendrán corta vida y en ambas estudia el joven Antonio José de Sucre, que en 1811 aparece como subteniente de ingenieros en Margarita.

1829: por decreto oficial nace la Sociedad Económica de Amigos del País, entidad que especialmente en los 6 años siguientes tendrá un destacado papel difundiendo en Venezuela “conocimientos útiles” provenientes de los países industrializados y procurando la aplicación práctica de los nuevos saberes técnicos; ambas tareas se instrumentaron a través de 4 Comisiones permanentes: Artes y Oficios, Población e Instrucción Pública, Comercio y Agricultura.

1831: bajo la dirección de Juan Manuel Cagigal - venezolano que se había formado como matemático e ingeniero militar en España y Francia - se funda la Academia de Matemáticas, adscrita al Ministerio de Guerra, que aceptará alumnos civiles que optan al título de agrimensores tras cuatro años de estudios, mientras los militares pueden culminar la carrera de Ingeniería en 6 años. Como primeros docentes fungen Cagigal y José Rafael Acevedo, que desde 1827 regentaba la primera Cátedra de Matemáticas en la Universidad Central de Venezuela.

1835: promoción inicial de 7 agrimensores; dos años después se gradúan los primeros 4 ingenieros (Olegario Meneses, Egidio Troconis, Juan José Aguerrevere y Manuel María Urbaneja); habrá en la Academia hasta su cierre, en 1872, 17 promociones con 97 egresados; por sus aulas pasarán figuras que destacan en otros ámbitos, como los historiadores Rafael María Baralt y Felipe Larrazabal, el escritor Cecilio Acosta, el pintor Carmelo Fernández y el político y militar Ezequiel Zamora.

1841: O. Meneses asume la dirección de la Academia de Matemáticas, que Cagigal abandona por enfermedad.

1843: cambia el pensum de la Academia de Matemáticas, incluyendo ahora las asignaturas “Física y Química” y “Construcciones, Maquinarias y Artes de la Fuerza”. Apertura de la Cátedra de Matemática en la Universidad de Los Andes (ULA), en Mérida.

1849: la Memoria del Ministerio de Guerra menciona las diversas dificultades que atraviesa la Academia de Matemáticas para su funcionamiento, situación que se irá haciendo la norma para esa institución en los siguientes años.

1854: se procede a una reorganización de la Academia de Matemáticas, ahora con la potestad de otorgar títulos de Teniente de Ingenieros, Agrimensor Público e Ingeniero Civil, aún cuando en la práctica sólo se otorgarán los dos primeros.

1862: se envía a 7 jóvenes a Nueva York con patrocinio oficial “para que aprendieran la ingeniería mecánica que tiene relación con las máquinas de vapor”; a poco de llegar el Cónsul informa que sólo dos de ellos dan esperanzas de éxito en sus estudios.
1863: se decreta el establecimiento de una Escuela de Ingenieros en Maracaibo, siguiendo el modelo de la Academia de Caracas; tendrá una existencia irregular hasta 1873 cuando cierra.

1870: Alejandro Ibarra, uno de los fundadores del Colegio de Ingenieros de Venezuela en 1861 es designado Rector de la UCV, donde había ejercido como Catedrático de Física y Filosofía desde 1834; desempeñara la dignidad rectoral hasta 1873.

1872: el régimen de Guzmán Blanco suspende las actividades de la Academia de Matemáticas, alegando que se trata de un “nido de godos”.

* Del Guzmancismo al inicio de la Era Petrolera (1874-1923): A tientas hacia la modernización

1874: reorganización de la Universidad Central de Venezuela, que incluye la creación de la Facultad de Ciencias Exactas, donde se otorgarán los títulos de agrimensor e ingeniero, ya despojados de todo componente militar.

1877: primera promoción (7 egresados) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UCV.

1879: se oficializa la adscripción de los recursos y el personal de la desaparecida Academia de Matemáticas a la UCV, fortaleciendo la capacidad de la Facultad de Ciencias Exactas. En las 11 promociones que se gradúan entre 1883 y 1893 hay 139 egresados.

1881: el gobierno modifica la adscripción militar del CIV, que pasará a ser subordinado al recién creado Ministerio de Instrucción Pública.

1884: con el propósito de formar trabajadores manuales calificados, se crean Escuelas de Artes y Oficios para Varones en Caracas y en Mérida.

1884-89: la Universidad de Los Andes concede en este lapso 7 grados de Agrimensor.

1886: Cinco cursantes que habían aprobado estudios de ingeniería en el Colegio Federal de Maracaibo, se trasladan a Caracas donde reciben el título profesional en la UCV.

1892: la recién creada Universidad de Valencia establece una Facultad de Ingeniería Civil, que funcionará hasta la clausura de esa casa de estudios en 1904, otorgando el grado en ese lapso a 4 ingenieros; luego habrá que esperar a 1958 para que se reabra como Universidad de Carabobo. En la Universidad del Zulia, Jorge Ochoa es ese año el primer y único ingeniero egresado entre 1891 y 1904, cuando se clausura la institución hasta 1946.

1893: la Escuela de Agrimensura de la UCV cambia de nombre a Escuela de Ingeniería Civil, bajo la dirección de Agustín Aveledo Tovar; a pesar de las propuestas de convertirla en una institución independiente de la Universidad terminó siendo integrada a la Facultad de Ciencias Exactas a partir de 1895; de los 20 estudiantes que comenzaron en 1893, egresarán 5 ingenieros y 2 arquitectos en 1899. El Ing. Miguel Palacio funda en Guasipati, Edo. Bolívar, una escuela privada para formar bachilleres e ingenieros de minas; los informes del Ministerio de Instrucción Pública anotan que la institución funcionó hasta 1898, graduando 4 bachilleres pero sin lograr la autorización oficial para conceder títulos de ingeniero.

1895: En trabajo pionero con la historia y balance de la ingeniería venezolana, incluido en el Primer Libro Venezolano de la Literatura, las Ciencias y las Bellas Artes, Felipe Aguerrevere examina la enseñanza en el área e insiste en la necesidad de solucionar las carencias de formación práctica.
1898: en la ULA se formaliza la creación de la Facultad de Ciencias Exactas, con potestad para otorgar título de Agrimensor.

1899: luego de presentar en la UCV los exámenes que avalan su capacidad, a las hermanas Delfina, Adriana y Dolores Duarte se les reconoce como Agrimensoras, aún cuando no hay constancia que luego ejercieron como tales, así que pasarán casi 5 décadas para que por fin hayan mujeres practicando la profesión ingenieril en Venezuela.

1900-12: la UCV gradúa 33 ingenieros y 2 arquitectos.

1911: se funda en la UCV el Centro de Estudiantes de Ingeniería, que forma parte del activismo político universitario ante el cual el gobierno gomecista responde clausurando la Universidad de 1912 a 1922.

1912: se funda en Maracay la Escuela Federal de Agricultura, Cría y Veterinaria, primer esfuerzo concreto en formar personal nacional calificado en las técnicas agronómicas modernas. En funciones la Escuela de Ingenieros de la Armada, anexa a la Escuela Naval de Venezuela con sede en Puerto Cabello.

1913: abre sus puertas la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres en Caracas.

1916: se reanudan los estudios de Ingeniería en Caracas, en la Escuela de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, de la cual egresarán 14 ingenieros y 1 arquitecto hasta 1922, cuando esta Escuela se integra en la reabierta UCV.

1918: se instaura en la Universidad de Los Andes una Escuela de Agrimensura, de fugaz existencia; habrá que esperar a 1932 para que se regularicen los estudios de ingeniería en la ULA.

1920: el gobierno envía a dos becarios a estudiar ingeniería de minas en Perú.

* Comienzo de la Era Petrolera (1923-1957): “De Ilustrados a Profesionales”

1925: el Congreso debate y aprueba la primera Ley de Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y Agrimensura; si bien esa Ley no cumple con lo que se venía proponiendo desde el CIV, marca un hito significativo en el camino para que los ingenieros venezolanos pasen –como bien lo expresa FREITES 1992- “de ilustrados a profesionales”.

1926-1930: en este período egresan de la Universidad Central de Venezuela (UCV) 58 ingenieros, cifra muy superior a los 24 titulados del quinquenio anterior.

1928: la UCV y el país se ven conmovidos por la acción de la “Generación del 28”, insurgencia juvenil donde hay presencia de estudiantes de ingeniería.

1929: En París, donde vivió desterrado entre 1913 y 1935, el ing. Alberto Smith (quien había sido Rector de la UCV) publica el libro “Formación del estudiante, del profesional y del ciudadano”, que alcanzará amplia difusión entre los exiliados antigomecistas e influirá entre quienes dirigirán al país a partir de 1936.

1930: en el Ministerio de Fomento se establece el Servicio Técnico de Hidrocarburos, en cuyas funciones se requiere de profesionales calificados por lo cual se envía a 6 jóvenes egresados de la UCV a especializarse en ingeniería de petróleo en la Universidad de Oklahoma, EE.UU.

1931-1935: son 104 los ingenieros que se gradúan en la UCV durante el lapso.

1932: se establece la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Los Andes - ULA - en Mérida, con la potestad de otorgar grados en ingeniería civil. En la UCV existen las especialidades de Civil y Agronómica (ésta sólo en el papel) dentro de la ahora llamada Facultad de Matemáticas y Física. En ambas universidades los estudios profesionales, con 4 años de duración, se imparten en una concepción académico-docente tradicional donde muy poco cambiará hasta la década siguiente.

1933: Un convenio entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la UCV permite abrir concurso para optar a cargos ministeriales entre los estudiantes del último año de ingeniería.

1936: adquiere categoría de Facultad la Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas de la ULA. Son becados por el gobierno al exterior 19 estudiantes de agronomía y 2 de ingeniería militar.

1936-1940: sigue creciendo el número de ingenieros graduados en el país, que en este quinquenio fueron 150.

1937: en la Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia (ESAZ), con sede en El Valle, al sur de Caracas, dependiente de los Ministerios de Fomento y Agricultura y Cría, se abren estudios de ingeniería agronómica. La vieja Escuela de Artes y Oficios se convierte en Escuela Técnica Industrial de Caracas, primer centro moderno de formación de peritos y técnicos en el país; el principal promotor de ese proceso renovador es el ingeniero Luís Caballero Mejías, director de la institución.

1938: empieza clases el Instituto de Geología, como dependencia del MF; en 1940 se incorporará como especialidad en la UCV.

1940: hay nueva Ley de Educación, con cierto avance en la modernización institucional del sector educativo en general y del universitario en particular. Según la Memoria del MAC de este año, hay 38 becarios venezolanos estudiando ciencias agropecuarias en el exterior, 34 en Latinoamérica; también este Ministerio tiene como becarios a 52 de los 69 alumnos de la ESAZ. Por acuerdo entre el CIV y la Asociación Venezolana de Albañiles se crea en Caracas la Escuela para Oficiales de Albañilería. Efraín Barberii se gradúa de ingeniero petrolero en Estados Unidos, habiendo sido el primer becario venezolano financiado por una empresa petrolera extranjera.

1942: se gradúan en la UCV los primeros geólogos formados en el país.

1943: La Cámara de Industriales de Caracas auspicia la nueva Escuela de Química Industrial, dirigida por Rodolfo Loero Arismendi, para formar técnicos requeridos por la incipiente industria moderna nacional.

1944: reforma de los estudios de Ingeniería en la UCV que introduce una concepción moderna, creando 3 Departamentos, cada uno con diversas opciones, que comparten una base de asignaturas iguales en los 3 primeros años de la carrera. Los Departamentos son: 1) Ingeniería Civil: opciones de Ingeniero Civil, Agrimensor, Ingeniero Hidráulico e Ingeniero Sanitario; 2) Geología, Minas y Petróleo: opciones de Geólogo, Ingeniero de Minas e Ingeniero de Petróleo; y 3) Ingeniería Industrial: opciones de Químico Industrial e Ingeniero Mecánico de Industrias. Carmen Josefina Iturbe y Helena Quiroba culminan estudios en la UCV y son las primeras mujeres en Venezuela con el grado de Doctor en Ingeniería Civil; serán también las primeras inscritas en el CIV.

1944-45: En las dos promociones iniciales de la ESAZ egresan un total de 28 ingenieros agrónomos.

1946: Nuevo Estatuto Orgánico de las Universidades Nacionales, con clara orientación a las transformaciones modernizadoras en la educación superior. Con ese Estatuto, la Facultad de Matemáticas y Física de la UCV pasa a llamarse Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, constituida por 3 Escuelas: Arquitectura, Ciencias e Ingeniería; en esta última se mantienen los 3 Departamentos y las opciones que creó la Reforma de 1944, excepto Química Industrial que se incorpora a la nueva Facultad de Farmacia y Química. Los cursos de Ingeniería –con 465 estudiantes- son los primeros en mudarse desde la vieja sede ucevista del centro de Caracas a las instalaciones aún en obras de la Ciudad Universitaria, en cuya construcción y puesta a punto desempeña destacada labor el ingeniero y militar Luís Damiani. Se establece en Maracay la Facultad de Ingeniería Agronómica de la UCV –que absorbe a la ESAZ-, y en Maracaibo reabre después de 42 años la Universidad del Zulia (LUZ), ahora con una oferta académica que incluye a la ingeniería civil.

1947: Por sugerencia y con respaldo del MF, se abre en la UCV la carrera de Ingeniería Eléctrica. La UCV concede a Cecilia Martín el grado de Geólogo, siendo la pionera femenina venezolana en esa profesión; también se otorgan los primeros grados de Ingeniero Químico Analítico, que corresponden a dos mujeres: Flor Hernández García y Rosa Margarita La Roche; quienes en 1950 también aparecen registradas como las primeras graduadas como Ingenieros Químicos. El MAC tiene 30 becarios en el extranjero (15 en nivel de postgrado), 25 de ellos en Norteamérica.

1948: primeros egresados de la UCV y del país como ingenieros de petróleo e ingenieros mecánicos. En la ULA se crea la Escuela, luego Facultad -1952-, de Ciencias Forestales, que forma ingenieros forestales. También en esa universidad se establece el Laboratorio de Hidráulica, luego Centro de Hidráulica, primer espacio de investigación ingenieril en el ámbito universitario nacional.

1949: El Laboratorio de Ensayos de Materiales de la UCV, a cargo del Dr. Ramón Espinal, comienza a prestar servicios remunerados en su especialidad para la industria de la construcción. Primer egresado de ingeniería de minas después de cursar la carrera en la UCV.

1950: La Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la UCV pasa a llamarse Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales, con 1.024 estudiantes inscritos. Se otorgan allí los 2 primeros títulos de ingeniero electricista y el primer título de ingeniero hidráulico y sanitario. Se agrega un período de 6 meses a las carreras de Ingeniería, cuyo lapso de extiende a 4 años y medio. Se reintegra la Escuela de Química a la Facultad, como Departamento de la Escuela de Ciencias. Después de casi 6 décadas sin otorgar títulos, hay 12 egresados de ingeniería civil en LUZ incluyendo a una mujer: Rosa Castellanos. Dora Micheletti de Zerpa es la primera ingeniero agrónomo del país, egresada de la UCV.

1952: en LUZ abre la Escuela de Ingeniería de Petróleos.

1953: la Ley de Universidades impuesta por la dictadura de M. Pérez Jiménez denomina Facultad de Ingeniería a aquellas donde se cursa la carrera, elimina el régimen de semestres vigente desde 1944 y fija un lapso de 5 años y 10 períodos para todas sus especialidades, aparte de liquidar la gratuidad de la educación superior y la opción de Petróleo en la UCV. Arquitectura se separa para constituir una nueva Facultad, lo que también se prevé para la Escuela de Ciencias. Se crean en Caracas las primeras universidades privadas: Santa María y Católica Andrés Bello, esta última con estudios de ingeniería civil, que poco después también estarán en la Santa María.

1954: Matilde Caamaño es la 1ª mujer con título de ingeniero electricista que egresa de la UCV.

1955: en la Facultad de Agronomía de la UCV se abre el Instituto de Producción Animal, primer espacio de investigación vinculado a la ingeniería en esta casa de estudios. La Oficina de Estudios Especiales (adscrita a la Presidencia de la República) otorga 172 becas en el exterior para estudios de ingeniería: 38 en siderúrgica, 36 en mecánica, 31 en metalúrgica, 30 en eléctrica, 21 en química, 9 en industrial, 3 en minas, 3 en civil y 1 en textil; todo ello es en relación con el programa de desarrollo de la industria siderúrgica en Guayana.

1956: en la UCV se crean Ingeniería Metalúrgica y la Licenciatura en Hidrometeorología (ésta con 4 años de estudio); Las 4 escuelas de su Facultad de Ingeniería son Civil, Minas y Metalurgia, Geología e Industrial. Primera promoción de técnicos en petróleo y minería egresada de la Escuela Técnica Industrial de Caracas.

1957: como parte de la promoción inicial de esa especialidad en LUZ, Dilcia Ramírez es la primera ingeniero petrolero del país. Hasta la fecha (desde 1944) la UCV ha otorgado a 41 mujeres grados en el área de Ingeniería.

* Modernización y democracia representativa (1958-1982): Entre el crecimiento cuantitativo y los dilemas cualitativos

1958: previa consulta y con el apoyo del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV) - por entonces con 2.726 miembros -, La Junta de Gobierno que sustituyó a la dictadura militar decreta la Ley de Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y Profesiones Afines. Se promulga una Ley de Universidades que consagra la autonomía y principios modernizantes avanzados. En la UCV se reabre Ingeniería de Petróleo y se gradúan los primeros 3 ingenieros metalúrgicos con estudios en el país. Con la Universidad de Carabobo (UC), en Valencia nuevamente hay estudios de nivel universitario, incluyendo la rama de ingeniería industrial, que también se abre en la UCAB. Se crea en Caracas la Escuela de Ingeniería del Ejército.

1959: se funda la Facultad de Agronomía de LUZ; hasta ese momento esos estudios solo existían en la UCV, de donde habían egresado 302 ingenieros agrónomos.

1962: fundación del Instituto de Modelos y Materiales Estructurales (IMME) en la FI – UCV, donde se elimina la Escuela de Ingeniería Industrial, y en su lugar surgen 3 Escuelas: Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica e Ingeniería Química y de Petróleo, en una facultad que ese año llega a ser la primera en inscritos de la UCV y que casi triplicó su matrícula en 5 años. Se ofrece en la FI-UCV el primer postgrado nacional de ingeniería: la Maestría de Ingeniería Sanitaria. Se realiza la “Primera Reunión de Científicos, Educadores y Empresarios para el Desarrollo Económico”. La Universidad de Oriente (UDO) abre cursos de ingeniería en los Núcleos de Bolívar (Geología y Minas) y Monagas (Petróleo y Agronomía); al año siguiente también en Nueva Esparta (Química) y Anzoátegui (Eléctrica, Industrial, Mecánica y Química).

1963: Ingeniería - UCV establece examen de admisión para el ingreso a la Facultad, de donde egresa la primera promoción de ingenieros hidrometeorologistas.

1964: Se establece la Escuela de Ingeniería Eléctrica en la ULA-Mérida. En la FI-UCV y con el apoyo de las Naciones Unidas, comienza un programa de modernización de la enseñanza: el Proyecto UNESCO VEN 3.

1965: Hay 444 estudiantes venezolanos de ingeniería en Estados Unidos, siendo las especialidades mas demandadas: eléctrica (125), mecánica (114) y química (84).

1966: Se abren las aulas del Instituto Politécnico Superior de Barquisimeto, de donde egresa en 1968 la 1ª promoción de Tecnólogos en áreas vinculadas a la ingeniería, antecedente importante para las carreras técnicas medias que se implantarán a partir de la década de 1970.

1966-1974: Según el estudio del I.E.I. – OPSU/CNU 1978, en este lapso se graduaron 6.154 ingenieros en las universidades venezolanas, al tiempo que llegaban del exterior 2.626 profesionales en el área a trabajar en el país.

1967: hay 9.527 estudiantes de Ingeniería en el país - cifra mayor que el total de universitarios que había 15 años antes -, y son casi un 17% de la matrícula universitaria; de ellos, 44,4% en la UCV (Facultades de Ingeniería y Agronomía), de donde salen el 55,2% de los egresados de ese año. Se establece la Comisión de Estudios para Graduados en Ingeniería - UCV, para coordinar las posibilidades de estudios de postgrado en el área dentro de la institución.

1969: la UCV pasa por el proceso de la Renovación Universitaria, que causa gran conmoción en su Facultad de Ingeniería.

1970: La Reforma a la Ley de Universidades y otras medidas a todo nivel evidencian la llamada “Revolución Educativa”, de propósitos entre los que destaca impulsar aún más la preeminencia de los estudios de Ingeniería, en un modelo que se venía perfilando con la UDO y que se observa claramente en la Universidad Simón Bolívar, que ese mismo año inicia cursos en 5 carreras, 3 del área de Ingeniería: Eléctrica, Mecánica y Química; dos años después abrirá otro par de carreras de Ingeniería: Electrónica y Computación. En la ULA hay 3 nuevas carreras de Ingeniería: de Sistemas, Mecánica y Química, que en 1974 darán origen a las respectivas Escuelas de esa Universidad.

1971: Como parte de la “Revolución Educativa” desaparecen las Escuelas Técnicas y se abre la carrera de Técnico Superior Universitario, que en su oferta de especialidades incluye muchas ramas vinculadas a la ingeniería.

1972: Proyecto Ven-31, heredero del anterior UNESCO VEN 3 en cuanto a impulsar cambios curriculares en los estudios de ingeniería; es patrocinado por varios organismos internacionales y gobiernos extranjeros, teniendo presencia en la UCV, UDO, LUZ y USB.

1973: Egresan de la UCV los primeros ingenieros geofísicos con estudios en el país.

1974: Comienzo del Plan de Becas Ayacucho, que en 11 años benefició a 22.113 becarios, la mayoría concluyó estudios de pre y postgrado en áreas científico-tecnológicas. El Politécnico de Barquisimeto pasa a llamarse Instituto Universitario Politécnico (IUP), con carreras largas (5 años) que otorgan título de Ingeniero y carreras cortas (3 años) para Técnicos Superiores; igual régimen se establece para el IUP “Luís Caballero Mejías” de Caracas (fundado este año) y el IUP-Guayana de Puerto Ordaz (fundado en 1971).

1975: I Congreso Venezolano de Enseñanza de la Ingeniería, cuando ya hay 11 instituciones (9 públicas, 2 privadas) graduando ingenieros en 18 opciones. En la UCV, donde ya existía como carrera, se constituye la Escuela de Ingeniería de Petróleo.

1976: el Estado toma el control directo de la industria petrolera a través de PDVSA, una de cuyas filiales es el Instituto de Adiestramiento Petrolero y Petroquímico (INAPET). Los 2.374 egresados en ingeniería y afines representan el 18,3 % de los graduados universitarios del país este año. Establecimiento del Instituto de Mecánica de Fluidos como dependencia de la FI-UCV. En 5 universidades públicas (UCV, ULA, LUZ, UC, USB), una privada (UCAB) y en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) se dictan un total de 42 cursos de postgrado en Ingeniería (incluyendo 3 de agronomía y 3 de forestal).

1978: Comienza la gestión como Decano en la FI-UCV del Prof. Piar Sosa, que dura hasta 1981 y estará marcada por la continua conflictividad.

1979: La Facultad de Ingeniería de la UCV abre una extensión en Cagua, Edo. Aragua, con la intención –luego pospuesta sin plazo cierto- de constituir una Escuela de Ingeniería Industrial.

1980: Los 3.612 egresados para este año en ingeniería y afines representan el 22,8 % de los graduados universitarios.

* Crisis y Enseñanza de la Ingeniería (1983-1998): “Como vaya viniendo vamos viendo”

1983: El INAPET es sustituido por el CEPET (Centro de Formación y Adiestramiento Petrolero y Petroquímico).

1985: hay 6.431 egresados en ingeniería y afines. A partir de este año, la matrícula femenina supera a la masculina en las universidades venezolanas; no obstante, al considerar el total de estudiantes de ingeniería y afines (36.015), las mujeres apenas representan el 33,3 %.

1990: Los 11.551 egresados en ingeniería y afines representan el 22,4 % del total de graduados universitarios.

1991: Al resolverse un conflicto jurídico e institucional que retrasó por 12 años su constitución, finalmente empieza a funcionar la Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José de Sucre”, que reúne a los anteriores Politécnicos de Barquisimeto, Guayana y Caracas.

1995: La UCV aún tiene la oferta más diversificada para estudios ingenieriles en la educación superior, con 12 carreras de pregrado, 11 postgrados en la Facultad de Agronomía y 25 en la de Ingeniería. De nuevo hay cambio organizacional en lo que atañe a adiestramiento de personal de PDVSA y sus filiales, donde en lugar de INAPET ahora existe el CIED (Centro Internacional de Educación y Desarrollo).

1997: La carrera ingenieril se cursa en 32 instituciones de educación superior, 18 públicas y 14 privadas, otorgándose títulos de ingeniero en 35 especialidades diferentes (de ellas, 12 en el área de ciencias del agro y el mar). El CIV se niega a aceptar la agremiación de los egresados en ingeniería del Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño (privado), lo que origina un largo litigio judicial.

1998: Jornadas sobre la Enseñanza de la Ingeniería en Barquisimeto, con 21 ponencias de 13 universidades y un ente público.

* De 1999 en adelante: ¿Es la exclusión social el problema medular de la enseñanza universitaria en general y de la enseñanza de la ingeniería en particular?

Venezuela: Oro y Ecocidio

Con complicidad entusiasta del Estado y participación de transnacionales mineras de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Sudáfrica, está en marcha en Venezuela una campaña para impulsar la pronta explotación de una riqueza aurífera que, según sus promotores y beneficiarios, sería la confirmación de aquel fabuloso El Dorado que en el Siglo XVI buscaron con rapacidad los europeos en estas tierras. Se habla de entre 8 mil y 12 mil toneladas de reservas probables, lo que significaría un 10 % del stock mundial, con valor actual de mercado por 140 mil millones de dólares. Por si fuera poco, supuestamente sería mineral de alto tenor, con rendimientos de 8, 12 y hasta 16 gramos de oro por cada tonelada de material procesado, lo que se compara muy favorablemente con la producción de las vetas sudafricanas que dan en promedio 4 gramos por tonelada. Así que no es de extrañar que se haya desatado una "fiebre del oro", incentivada además por el pretexto de que esta riqueza seria una solución a las graves dificultades económicas por las que pasa el país desde la década previa.

Antes de 1991, la extracción de oro en gran escala era potestad del Estado, que no se ocupaba mucho de ello pues el petróleo le resultaba mas rentable, manteniendo una modesta producción en las viejas vetas de El Callao que nunca paso de 12 toneladas anuales y permitiendo a la pequeña minería artesanal extraer unas pocas toneladas de oro en aluvión. Pero a partir de esa fecha y en conexión al programa económico neoliberal, se abrió un proceso de cesión de grandes y medianos contratos para explotación aurífera, que hasta 1994 había otorgado 436 concesiones, por una superficie de 1.283.882 hectáreas, casi 12.839 kms.\2, siendo el área que finalmente se entregara a los operadores mineros de unos 30.000 kms.\2 (apenas algo menos que la superficie de Bélgica o Cataluña y un poco mas que la región andina venezolana). Voceros oficiales y privados hablan de una producción que para el año 2000 estará entre las 40 a 60 toneladas, convirtiendo al país en uno de los máximos proveedores mundiales, dando empleo a 120.000 personas e ingresos a la nación de 250 millones de dólares anuales. Se anuncia para 1996 el inicio de actividades de la primera de las nuevas grandes minas (Las Cristinas, en el Estado Bolívar, operada por la Placer Dome de Canadá), de donde saldrán 300.000 onzas de oro al año -9,331 toneladas-.

Pero la prometida bonanza plantea un enorme problema ecológico: la minería aurífera solo es posible al sur del río Orinoco, en la vasta región de Guayana, la cual como el resto de la Amazonia presenta características únicas de biodiversidad cuya preservación es imprescindible y donde la intervención humana debe ser cuidadosa en alto grado por tratarse del entorno con la mayor riqueza natural del planeta, que hace de Venezuela el cuarto país del mundo en lo que a diversidad biológica se refiere. Guayana comprende 44% del territorio venezolano (403.750 kms.\2, Estados Amazonas y Bolívar), y solo 5,5 % de la población (1.200.000 habitantes), concentrados casi todos en una pequeña área cercana al Orinoco, siendo el resto un espacio que se ha mantenido relativamente libre de la masiva intervención depredadora del Estado y el capitalismo. El potencial minero de Guayana (oro, diamantes, bauxita, hierro, minerales radioactivos, titanio etc.) hace tiempo es conocido y explotado, pero los ámbitos donde se localizaron estas actividades, el modo de hacerlas y su impacto en el ecosistema apenas había afectado esas amplias extensiones, aunque los desastres ambientales por obra de la acción de pequeños mineros, tecnócratas estatales y terratenientes ya han hecho mella en varios puntos de la región.

Ahora, con el nuevo espejismo áureo, el riesgo se hace aun mayor y lo que estamos viendo así lo confirma. Allí está el mismo proceso de otorgamiento de concesiones que, como cabe esperar en el Estado venezolano, se ha visto marcado por toda clase de corruptelas y vicios, cuyos mejores exponentes han sido los sucesivos presidentes de la Corporación Venezolana de Guayana y los ministros de Energía y Minas (en especial el actual, Erwin Arrieta, también flamante Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo), acusados de figurar directamente o a través de testaferros entre los principales receptores de permisos de explotación, los cuales luego son traspasados a las transnacionales interesadas a cambio de jugosas comisiones. Este codicioso reparto llego a incluir áreas que están expresamente prohibidas por ley como el Parque Nacional Canaima (en el cual se localizan las extraordinarias formaciones geológicas llamadas "tepui" y la cascada más grande del mundo, el Churún Merú o Salto Angel), donde se entregaron 18 contratos sobre 5.000 hectáreas al norte del Parque. También han sido afectadas la Zona Protectora Sur del Estado Bolívar, asiento de las cabeceras de la mayoría de los ríos mas caudalosos del país, y la Reserva Forestal de Imataca, donde a pesar del palabrerío burocrático sobre conservación de la naturaleza se realiza el 40% de la actividad minera del Estado Bolívar. En cuanto al Estado Amazonas, la voracidad minera está presionando con fuerza para que se anule la prohibición de realizar allí sus actividades, la cual en la práctica es cada vez mas pura letra muerta.

Debe destacarse el impacto fatal que el "boom" minero tiene para la población indígena de Guayana, estimada en unas 80.000 personas de las etnias pemón, yanomami, piaroa, guahibo, yekwana y otros 17 grupos más (25% de la población aborigen del país y 88% de sus etnias autóctonas). Para ellos, ocupantes milenarios y perfectamente integrados de ese frágil entorno ambiental, toda acción ecocida es un directo ataque genocida, de lo cual hay una larga historia que en los últimos años se ha agudizado por la renovada presencia agresiva de los pequeños mineros (llamados en Brasil "garimpeiros"), quienes son punta de lanza en la ocupación de territorio y explotación de riquezas de las que otros mas poderosos serán luego principales beneficiarios. Se calcula que hay unos 30.000 en la región y su actividad destructora va desde el envenenamiento de ríos y suelos con mercurio (solo en la cuenca del Caroní se estarían arrojando al año 3.000 kgs. de este metal tan tóxico, usado para separar el oro de otros minerales), pasando por la contaminación de las aguas con la remoción de sedimentos (el mismo rio Caroní tenía en 1982 un volumen medido corriente abajo de sedimentos arrastrados de 4.500 toneladas/día, en 1995 es de 10.500 toneladas/día), hasta llegar a los asesinatos y violaciones masivas de indígenas.

Con calculada hipocresía, los defensores de la gran minería transnacional pretenden desmarcarse de los toscos desmanes de los "garimpeiros" argumentando que promueven una explotación "mas racional y ecológicamente sustentable(¡!)", pero no existe ninguna experiencia de minería a cielo abierto en áreas de bosque tropical húmedo donde la intervención sobre los suelos no ocasionara un daño irreparable, y no hay un solo trabajo científico publicado que demuestre lo que afirman las empresas mineras. De hecho, la tecnología que van a usar Cristalex, Yellow Jack, Monarch o Placer Dome es la misma que usan en países no tropicales, lo cual se sumara a la actitud complaciente de supervisión de riesgos ambientales que de seguro tendrá el Estado para "no preocupar a los inversionistas extranjeros", originando lo que no dudamos en calificar como el peligro mas grande que haya tenido que afrontar la ecología de Guayana. Que esto no es exageración se comprobó el 19 de agosto de 1995 al derramarse millón y medio de litros de desechos de cianuro en los rios Omai y Esequibo de la vecina república de Guyana, como resultado de las actividades de una filial de transnacionales del oro de Canadá y EE. UU., causando el peor desastre ecológico ocurrido en esa nación.

Además, las exigencias de rentabilidad para que estas compañías operen presionan de tal modo que el Estado no solo está cediendo a sus demandas sobre reducción de impuestos, exportación de beneficios y legislación ambiental a la medida, sino que además se propone garantizarles toda clase de "ventajas comparativas" (suministro barato de energía, comunicaciones, obras publicas diversas, etc.), sin olvidar lo que disimuladamente reclaman respecto a la sobre-explotación de la mano de obra, donde su historia en Sudáfrica, Brasil o República Dominicana es un funesto aviso de lo que espera a los trabajadores. De esta manera, terminaran haciéndose humo los supuestos ingresos cuantiosos que la nación recibirá de su quimera dorada, sin compensar los terribles costos económicos, ecológicos, sociales y culturales que causa.

No ha dejado de haber respuesta a esta situación, proveniente de grupos ecologistas y pro-indígenas venezolanos, organizados en 1995 en la Coordinadora Nacional Contra la Minería, la cual a través de diversas acciones, documentos y declaraciones ha tratado de alertar sobre el problema. Claro está que los amos del poder y de los grandes medios de difusión han querido minimizar esta voz disidente e imponer un supuesto acuerdo de la opinión "respetable" del país con las maravillas que anuncian los empresarios mineros y sus compinches gubernamentales. Con todo, se ha logrado al menos abrir algún nivel de concientización y debate respecto al asunto entre quienes están interesados en la problemática ecológica e indígena, obligando inclusive a que los responsables del guiso sean mas cuidadosos. Por ello, hemos visto como desde fines de 1994 se paralizó la entrega de concesiones, y el Procurador General de la Republica hasta asomó que podría anularse por ilegal todo ese proceso. Creemos que esto no significa que el gobierno de Rafael Caldera pretenda echar atrás la apertura neoliberal en la minería del oro, sino que son maniobras de distracción para adormecer a potenciales opositores y para amarrar bien un negociado que promete ser tan rentable para quienes lo auspician como catastrófico para el ecosistema de la Amazonía venezolana.

(CORRE@ # 28, pp. 6-7; noviembre 1995)